Carlos Goñi Zubieta, Doctor en Filosofía y escritor: “En todo hombre hay un alma femenina y en toda mujer un alma masculina. Si no, no podríamos entender al otro. El mundo no es simplemente masculino, como lo hemos hecho hasta ahora. Creo que en mi caso se manifiesta en ese entender mejor a las mujeres, en que intento ver la realidad con ojos que no son los míos. Los hombres vemos el mundo muy gris, fosilizado, mientras que la mujer lo ve más dinámico. Las mujeres tienen cosas que a nosotros nos cuestan, por ejemplo, el atender a los detalles y el estar más por las personas, puesto que nosotros estamos más por las ideas que por las personas”.(Suplemento del periódico El Mundo,septiembre 2005)
'Helena supera los tres estereotipos, los afirma, los niega y luego los supera, dando lugar a una mujer libre a la que en realidad el hombre teme, porque ya no es la mujer idealizada, es real y da más problemas que un ideal'.'La Helena de hoy en día es la mujer que separa la unión de la procreación y basa esta unión en la autenticidad sin tener que estar sancionado por el matrimonio'.( Entrevista realizada por Agencia Efe en 2005)
"La Helena de hoy en día es la mujer ... fuera de los estereotipos, que es Afrodita, Atenea o Hera, según su voluntad". "La mujer actual necesita nacer como Helena, romper el cascarón porque el mundo precisa de lo femenino si no quiere morir de frío. Y ese nacimiento se produce, desde el punto de vista mitológico superando a Afrodita, Atenea o Hera" (Conferencia en Club Faro de Vigo, 30 Octubre de 2006)
En su libro El alma femenina: La mujer en la Mitología, publicado por Espasa Calpe, nos propone un exhaustivo recorrido por la presencia de la mujer en los Mitos Clásicos, partiendo del delta de Venus que en su momento diseñara Enrique Gil Calvo.Nos acompañan en este viaje mítico los séquitos de los tres prototipos de modelo de mujer: Afrodita, símbolo de la madurez, la libertad y la impureza; Atenea, símbolo de la inmadurez, la libertad y la pureza, y Hera, símbolo de la madurez, la sumisión y la pureza, para encontrarnos con Helena de Troya, que, según el propio autor, no es una diosa, sino una mujer de carne y hueso y por eso más bella, y mejor amante y amiga .
Libro ameno que nos permite entender los motivos que llevaron a Fausto a viajar a la Antigüedad para encontrarse con Helena por mediación de Mefistófeles
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