miércoles, 4 de junio de 2008

NOSTRI SERVI : AKHAR KHAN Y SHAFIQ OLA

Leo en el periódico Levante un artículo titulado Esclavizados por una deuda que nos remite al nexum romano por el que alguien podía adquirir la propiedad servil sobre un deudor, que prácticamente se convertía en un esclavo. El hombre libre ofrecía sus servicios como fianza de su préstamo y si no podía devolverlo era obligado a trabajar como pago. Y aunque no dejaba de tener sus derechos como ciudadanos de facto se le sometía a todo tipo de abusos y le era prácticamente imposible librarse de ese trabajo forzoso.

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Los romanos supuestamente abolieron esta ley De nexis en el año 326 a.C., por la lex Poetelia Papiria, según Tito Livio, durante el tercer consulado de Gaius Poetelius Libo Visolus; sin embargo Varrón nos dice que fue en el 313 a.C., durante el mandato del dictator Poetelius
Liber qui suas operas in servitutem pro pecunia quam debebat nectebat, dum solveret, nexus vocatur, ut ab aere obaeratus. Hoc C. Poetelio Libone Visolo dictatore sublatum ne fieret, et omnes qui Bonam Copiam iurarunt, ne essent nexi dissoluti. Liber VII De Lingua Latina. Varro
Al hombre libre que trabaja en calidad de esclavo para salvar una deuda pecunaria contraída hasta que terminaba de abonarla se le denominaba nexus, esclavo por deudas así deudor deriva de aes. Durante la dictadura de C. Petelio Libón Visolo se decretó que no siguiera practicándose y se puso en libertad de su condición de nexi a todos los que juraron por la diosa de la Buena Abundancia

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Eo anno plebi Romanae uelut aliud initium libertatis factum est quod necti desierunt; mutatum autem ius ob unius feneratoris simul libidinem, simul crudelitatem insignem. L. Papirius is fuit, cui cum se C. Publilius ob aes alienum paternum nexum dedisset, quae aetas formaque misericordiam elicere poterant, ad libidinem et contumeliam animum accenderunt. [ut] florem aetatis eius fructum aduenticium crediti ratus, primo perlicere adulescentem sermone incesto est conatus; dein, postquam aspernabantur flagitium aures, minis territare atque identidem admonere fortunae; postremo, cum ingenuitatis magis quam praesentis condicionis memorem uideret, nudari iubet uerberaque adferri. quibus laceratus iuuenis cum se in publicum proripuisset, libidinem crudelitatemque conquerens feneratoris, ingens uis hominum cum aetatis miseratione atque indignitate iniuriae accensa, tum suae condicionis liberumque suorum respectu, in forum atque inde agmine facto ad curiam concurrit; et cum consules tumultu repentino coacti senatum uocarent, introeuntibus in curiam patribus laceratum iuuenis tergum procumbentes ad singulorum pedes ostentabant. uictum eo die ob impotentem iniuriam unius ingens uinculum fidei iussique consules ferre ad populum ne quis, nisi qui noxam meruisset, donec poenam lueret in compedibus aut in neruo teneretur; pecuniae creditae bona debitoris, non corpus obnoxium esset. ita nexi soluti, cautumque in posterum ne necterentur T. Livius Ab urbe condita, VIII, 28.
Este año se proporcionó a la plebe romana, en cierto modo, un nuevo inicio de libertad, porque dejó de haber esclavitud por deudas, cambio jurídico motivado por la lujuria y también por la notable crueldad de un usurero. Fue Lucio Papirio, a quien se entregó por una deuda paterna como esclavo por deudas Gayo Publilio, cuya edad y belleza podía mover a la compasión, pero que encendieron en su ánimo una baja pasión vergonzante. Estimando que la flor de su edad era un fruto añadido al préstamo, intentó primero seducir al muchacho con proposiciones deshonestas; luego, como no atendiera a aquella infamia, lo asustaba con amenazas y le recordaba su condición; finalmente, viendo que tenía más presente su condición de hombre libre que su situación actual, ordenó que lo desnudasen y trajeran varas. Cuando el joven, lacerado con ellas, salió a la calle corriendo, quejándose de la lujuria y crueldad del usurero, una enorme multitud, conmovida por la edad y excitada por lo indigno de la afrenta, pensando además en la propia situación y en la de sus propios hijos, corrió hacia el foro y en tropel desde allí hacia la curia. Cuando los cónsules, arrastrados por el tumulto repentino, convocaron al senado, según iban entrando en la curia los senadores, les mostraban la espalda lacerada del joven y se echaban a los pies de cada uno de ellos. Aquel día, por la incontrolada injusticia de uno solo se rompió el fuerte vínculo del crédito y los cónsules recibieron el mandato de proponer al pueblo que nadie fuese sujeto con grilletes o encadenado, a no ser que merceciera castigo y hasta que hubiera satisfecho su culpa; el dinero prestado hipotecaría los bienes del deudor, pero no su cuerpo. De este modo quedaron libres los esclavizados por deudas, y se tomaron medidas para que en los sucesivo no hubiese más detenidos.
Junio de 2008, unos dos mil trescientos años después:
Akhar Khan, niña afgana de doce años: "Mientra estemos en deuda no puedo estudiar porque he de ayudar a mi familia. Pero algún día seré profesora para enseñar a otros niños"

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Shafiq Ola, niño afgano de diez años: " No quiero hacer esto toda mi vida. Yo quiero ir a la escuela pero no puedo porque soy pobre"


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Mohamed Gul, propietario de una fábrica de ladrillos "no tienen otra opción que trabajar para mí, como esclavos, porque sus familias me deben miles de afganis. Así que me pagan con su trabajo"
¿Seremos capaces de liberar a estos esclavos contemporáneos sin necesidad de que juren a la diosa de nuestra Bona Copia o recordarnos constantemente la lex Poetelia Papiria de Nexis que un día muy lejano aprobaron nuestros ancestros?

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¡BUDA EXPLOTÓ POR VERGÜENZA!

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