En los retratos de la burguesía local pompeyana del siglo I d.C. los instrumentos y soportes de la escritura se emplean como tópico símbolo de cultura y, por tanto, de una nivel social elevado, en un intento por ser identificada con la aristocracia romana.
Nuestro dibujo clásico de esta semana se inspira en la pintura pompeyana del tablinum de la Casa VII, 2,6, Inv. 905, expuesta en el Museo Arqueológico de Nápoles, uno de los retratos más famoso de la antigüedad, que representa a Terentius Neo y su mujer.
El vir romanus de esta pintura de la época tardo-neroniana pintada en su pared norte del tablino está relacionado hipotéticamente con el hombre de negocios Terentius Neo y no con el magistrado Paquius Proculus, como algunos piensan a raíz de un graffiti electoral encontrado dentro de la casa.[1]
El hombre es representado con la barba recortada y el rizado pelo, labios carnosos y ojos expresivos al modo de los retratos del Fayum, pero la toga blanca y elegante barba y su pose intelectual contrastan con una mirada vacía, que se opone a lo que realmente quería reflejar esta pareja dedicada al negotium de “la industria del pan”.
El pintor de entonces no se preocupó demasiado en mejorar sus rasgos y se limitó a calcar el rostro grosero de campesino, representado bajo el aspecto de un magistrado con el rollo de papiro además del atributo de la toga, como un elemento de identificación más con las aristocracia romana mediante la indumentaria que mejor la definía.
[1] Instrumenta Scriptoria en los frescos de Pompeya y Herculano (I). Salvador Muñoz en Scripta Antiqua.
Il ritratto di Terentivs neo con gli instrvmenta scriptoria ed alcuni titvli picti pompeiani. Felice Costabile
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