Leo en el periódico El Pais que
en Zimbawe la inflación ha llegado al ¡230.000.000%!. No es nada
comparado con la hiperinflación alemana tras la 1ª Guerra Mundial:
1.000.000.000.000%.
Y al que tiene algo para llevarse a la boca, limpiarse el culo en
condiciones por aquella zona le sale bastante caro : un rollo de papel
higiénico cuesta allí unos 100.000 dólares zimbabwenses. Para que luego
nuestros alumnos peguen el grito ad caela , cuando les hablamos de la dichosa esponja de las letrinas, que era comunitaria y gratuita.
Vivimos en un Estado que se vanagloria de formar parte del pomerium
del Imperium GXX, donde la inflación rondaba en el pasado noviembre el
2,4%, quizá porque cada vez hay menos compradores y los pocos que hay
compran menos. Al menos aquí no se nos muere la gente de cólera.
El viceministro Edwin Muguti, más allá del pomerium, hace los
oidos sordos a una epidemia que, según la ONU, se está propagando "a un
ritmo alarmante", pues se ha extendido a otros paises como Mozambique y
Botswana. Entre agosto y noviembre han muerto 366 personas y se han
producido 12.000 casos. Entre nosotros las estadísticas insisten en
otros hechos mortíferos :174 víctimas en accidentes de carretera en el
pasado mes de noviembre. Un 26,2% menos que el pasado año. El Director
de Tráfico puede estar contento: acabaremos el año por debajo de los
3.000 muertos.
Pues bien, discipuli et discipulae, la maldita crisis y los
problemas con la inflación no es cosa de ahora. Pongamos que hablo del
siglo III y principios del siglo IV d.C. Id est, hace más o menos unos 1.600 años.
El Imperium Romanum tenía que mantener a un ejército de
400.000 soldados y la masa de trabajadores campesinos iba en descenso
y, por tanto, el número de contribuyentes. Más o menos como ahora. El
resultado: crisis e inflación galopante. Los soldados norteamericanos
en Irak son actualmente 158.000 y este país mantiene un ejército activo
en 2006 de 1.437.713. España, ella solita: 177.950.
El emperador Diocleciano pasará a la historia por haber sido el
primer mandatario que hizo intervenir al Estado para frenar una crisis
económica con una tasa de inflación del mil por cien.
Primero lo intentó acuñando nuevas monedas, pero ante el fracaso de esta medida optó por un edicto de precios máximos
en 301 d. C. contra la inflación y los especuladores, aunque con muy
poca suerte, todo sea dicho, aunque se decretaba la muerte para quien
los incumpliese. No creo que hora tengamos que llegar a tales extremos.
"Nos place que" -decía Diocleciano "si alguno tiene la
osadía de actuar contra lo dispuesto en esta norma, sea condenado a la
pena capital" "Y que sea sometido a igual peligro quien consienta que
se violen estas normas por espíritu de lucro o ansia de acaparamiento".
Diocleciano era todo un profeta cuando declaraba en relación con los especuladores:
"Una avaricia incontenible e inmoral aparece siempre que nuestros
ejércitos, en defensa del bien común, marchan no sólo por aldeas y
ciudades sino también por las carreteras; con ello hacen que los
precios de los comestibles no sólo se tripliquen, a veces llegan a
costar ocho veces más y superan todo lo imaginable. Con esta ley
estableceremos una medida y pondremos coto a la avaricia."
"Y los que no tienen nada mejor que hacer que desviar en provecho
propio los bienes que nos envían los dioses; hombres que nadan en una
riqueza que podría satisfacer a todo un pueblo y sólo piensan en su
ganancia y su porcentaje"
Su Edicto- "Edictum de pretiis maximis rerum venalium"- fijaba precios máximos para más de 1.300 productos - carne, trigo, ropa,calzado...- y también regulaba los salarios.
En el texto en latín del Edictum que podemos leer aquí y allí, y su traducción, podemos observar información relacionada con magistri et scriptores en relación a sus salarios a principios del siglo IV d.C
Por ejemplo:
- magistro instituto<ri> litterarum in singulis pueris menstruos ж L:
Maestro, enseñanza elemental, por alumno Mensual 50 denarios.
-paedagogo in singulis pueris menstruos ж quinquaginta:
Pedagogo, por alumno, mensual: 50 denarios.
- <g>rammatico Graeco sive Latino et geometrae in singulis discipulis menstruos ж ducentos
Maestro de lengua griega o latina y literatura o de geometría Mensual 200 denarios por alumno
- scriptori in sc<ri>ptura optima versus n. centum ж XXV ; sequ[enti]s scripturae versuum no. centum ж XX
Escriba, escritura de primera calidad 100 líneas 25 denarios.
Escriba, escritura de segunda calidad 100 líneas 20 denarios.
Escriba, escritura de segunda calidad 100 líneas 20 denarios.
Se calcula que una persona necesitaba de 3 a 5 modios castrenses de
trigo al mes para una alimentación mínima-mínima y que cada modio
costaba 100 denarios, por lo que el sueldo diario de 50 denarios del lapidarius,
lapidario structori pas[to diurni] ж quinquaginta
que escribía con martillo y cincel las letras que han llegado hasta
nosotros inscritas en la piedra, le obligaban a unos diez dias de
trabajo para su adquisición.
Desgraciadamente no sabemos con certeza hasta qué punto llegaron a aplicarse estos precios.
Por lo demás, a pesar de que Diocleciano era temido por ser un hombre cruel y sanguinario, diximus supra, el Edicto terminó en el más completo fracaso y la economía del Imperio Romano se hundió en el caos. ¡KATAKRAKKKKKK!
Pocos años después abdicó, y colorín colorado este cuento se ha acabado.
P.S.- ¡Oh, Esther, que no nos ocurra ahora lo mismo! Estudia
mucho pero que mucho y aprende de los errores. Historia magistra
vitae......
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