No será este el último lugar que visitemos antes de abandonar la Jordania Romana. El Fauno os tiene preparado una pequeña visita a la ciudad de Gadara, la "Atenas de la Decápolis", donde nació Philodemus, vinculado a la villa de los Papiros de Herculano y maestro de Virgilio.
Pero pasemos a la que forma parte por méritos propios del grupo de las siete nuevas maravillas del mundo: La Piedra, Petra.
A cuatro horas de Ammán, si quieres disfrutarla, necesitarás tres días, como mínimo, o toda una vida. Y madrugar, para ser el primero en entrar y poder hacer las mejores fotos del Sik y el Khasné, como hicimos nosotros.
Petra aquí
Te ofrecerán una visita nocturna. No te la recomiendo. No esperes sacar buenas fotos con la escasísima luz de las velas y de la luna que iluminarán tu recorrido hasta el Khasné. Y tampoco aquí encontrarás la iluminación suficiente para disfrutar de su espectacular visión. Si , de todos modos,tienes intención de hacerlo, acompáñate de una buena linterna y evita los cientos de flashes de los que intentan desesperadamente fotografiar la oscuridad una y otra vez...
Mi consejo es que hagas el recorrido a pie,desde un principio. Olvídate de caballitos y camellitos. Eso sí, agua, agua y agua y protégete la azotea de un sol y un calor rabiosos. Allí no hay fuentes y el agua se paga allí como aquí la super 95, o el litro de leche
La excepción: la subida por las escaleras y pendientes hacia el Ad-Deir en burro, si tienes el valor suficiente y un corazón a prueba de sustos. Una vez que ya estés encima del pobrecito animal, y hayas iniciado la ascensión por las tortuosas escalinatas, al menos, si te arrepientes, podrás llorar como un niñito, pues eso no está prohibido.
Cuando llegués arriba, podrás contar a todo el mundo que tú sí pudiste. El consuelo: no se sabe de ningún turista-jinete que se haya ido al fondo de un barranco.
Disfruta amiga o amigo, que nos sigues, de Petra, en varias presentaciones, pues esta vez las fotos son muchas.
Para el final de este pétreo recorrido, para nuestros nautas fieles , en exclusiva, fotos desde el mismísimo hipocausto de las termas de Petra.
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